El consumo de energía, grasas saturadas, sal y azúcar es demasiado alto en Europa, por lo que su reducción ayudaría a combatir enfermedades relacionadas con dietas poco saludables. Por otro lado, el aporte alimentario de fibra y potasio es demasiado bajo en la mayoría de las poblaciones adultas europeas, por lo que el aumento de su consumo contribuiría a mejorar la salud

Estas son algunas de las principales conclusiones del asesoramiento científico de la EFSA relacionado con la creación de perfiles nutricionales, a petición de la Comisión Europea. Los expertos han identificado los nutrientes que tienen importancia para la salud pública, los grupos de alimentos que desempeñan una función importante en las dietas europeas y los criterios científicos para orientar la elección de nutrientes para la creación de perfiles nutricionales.

 

La EFSA ha realizado una consulta pública sobre el proyecto de dictamen entre noviembre de 2021 y enero de 2022, la cual ha generado 529 comentarios de 83 organizaciones y personas de 21 países.

 

Entre las respuestas dadas a diversas preguntas destacan:

 

1)      La elección de los nutrientes debe basarse principalmente en su importancia para la salud pública, es decir, cuando un consumo excesivo o insuficiente se asocia a efectos adversos para la salud. Además, pueden incluirse por otros motivos, por ejemplo, porque son marcadores de otros nutrientes de importancia para la salud pública o para priorizar el consumo de determinados alimentos.

 

2)      Se podrían tener en cuenta los siguientes aspectos en los modelos de creación de perfiles nutricionales:

 

  • El consumo de grasas saturadas, sal y azúcar superan las recomendaciones dietéticas en la mayoría de las poblaciones europeas y un consumo excesivo se asocia a efectos perjudiciales para la salud.
  • Teniendo en cuenta la elevada prevalencia del sobrepeso y la obesidad en Europa, una disminución del aporte energético tiene importancia para la salud pública de las poblaciones europeas.
  • El aporte alimentario de potasio y fibra es insuficiente en la mayoría de las poblaciones adultas europeas y se asocia a efectos perjudiciales para la salud.
  • El aporte de hierro, calcio, vitamina D, folato y yodo es insuficiente en subpoblaciones específicas.

 

3)      Las funciones dietéticas y las contribuciones relativas de los diferentes grupos de alimentos varían entre los países europeos debido a las tradiciones y los hábitos alimentarios.

 

4)      Las directrices nacionales promueven el consumo de cereales integrales, frutas y verduras, frutos secos y semillas, leche y productos lácteos desnatados, pescado y agua. Se desaconseja el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sodio sometidos a transformación alimentaria, aunque se encuentren dentro de estas categorías de alimentos.

 

También fomentan el consumo regular de legumbres como sustituto parcial de la carne (especialmente la carne roja y la carne procesada) y el consumo de aceites vegetales ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (p. ej., aceite de oliva, girasol, maíz y colza) en lugar de grasas ricas en saturados (p. ej., aceites de palma y coco, mantequilla y otras grasas animales).

 

 

La Comisión Europea solicitó asesoramiento científico únicamente sobre algunos aspectos específicos: identificación de los nutrientes y componentes no nutricionales que tienen importancia para la salud pública de las poblaciones europeas, los grupos de alimentos que desempeñan una función importante en las dietas europeas y los criterios que pudieran orientar la elección de nutrientes y componentes alimentarios no nutricionales para los modelos de perfiles nutricionales.