Se ha presentado un avance de resultados del estudio ALADINO (Alimentación, Actividad física, Desarrollo infantil y Obesidad) que elabora el Ministerio de Derechos sociales, Consumo y Agenda 2030 a través de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición).

Este estudio empezó a realizarse en 2011 y tiene como objetivo conocer la prevalencia del sobrepeso y la obesidad infantil en escolares entre 6 y 9 años y su asociación con factores socioeconómicos relativos al entorno escolar y familiar.

En el año 2023, destaca el hecho de que la tasa que mide el exceso de peso infantil ha caído un 4,5% respecto a 2019, pasando del 40,6% al 36,1%. Este descenso se concreta en que se ha conseguido una reducción del 3,1% en sobrepeso y del 1,4% en obesidad entre los niños y las niñas de 6 a 9 años.

Sin embargo, estas tasas de sobrepeso y obesidad infantil apenas han descendido entre escolares que pertenecen a familias con rentas bajas (ingresos brutos inferiores a 18.000€ anuales), manteniéndose estables desde 2011, cuando se hizo el primer estudio.

Otro de los datos que refleja el estudio es que la obesidad infantil entre las familias de menor renta (23,60%) duplica a la que se registra entre las familias de rentas superiores (10,90%).

Entre los datos que refleja este estudio, se han dado cifras que subrayan la desigualdad como un factor que afecta a la salud:

  • Desayunos insuficientes. El porcentaje de escolares que desayuna a diario algo más que una bebida es 17 puntos más bajo entre las familias con rentas más bajas (61%) que entre las de rentas altas (78 %).
  • Escasez de fruta y verdura. El consumo de fruta y verdura a diario disminuye entre las familias de rentas más bajas. En términos generales, solo el 45,3 % de los escolares consumen fruta cada día y el porcentaje se reduce a casi la mitad en el consumo diario de verdura: un 23,8 %.
  • Demasiadas pantallas. En familias con menor nivel de renta, el porcentaje de niños y niñas que se exponen a más de 2 horas diarias frente a una pantalla (41,4%) duplica al de las familias con mayor renta (22,8%). En términos globales, tres de cada diez escolares (30,0%) pasan cada día más de 2 horas frente a una pantalla, aumentándose así el sedentarismo.
  • Menos actividades extraescolares. El porcentaje de niños y niñas que realiza al menos dos horas de actividades extraescolares a la semana cae más de 20 puntos en los hogares con menos ingresos (64,2%) respecto a los hogares con mayores ingresos (88,1%).

 

Los resultados del estudio muestran que, si bien se está avanzando, no se avanza al mismo ritmo en todos los niveles socioeconómicos. Desde el Ministerio se ha anunciado que se está trabajando en una serie de medidas encaminadas a continuar reduciendo estas tasas y la desigualdad que reflejan:

  • comedores escolares como espacios que deben ser fundamentales para educar a niños y a niñas para que adquieran buenos hábitos alimentarios. Está en trámite el Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles y el desarrollo del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil.
  • sostenibilidad medioambiental y económica ya que se van a favorecer los productos de temporada y los circuitos cortos, fomentando que la producción local sea la base de la alimentación saludable en los comedores escolares
  • la regulación de la publicidad infantil de alimentos insanos, materia en la que se actuará de manera decidida.