A pesar de ser necesaria para un correcto funcionamiento del organismo, el consumo excesivo de sal conduce a un aumento de la presión arterial, la cual eleva el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, …). Además, presenta una asociación epidemiológica con enfermedades como la osteoporosis (mayor predisposición a fracturas óseas, especialmente en personas de edad avanzada), la litiasis renal (cálculos renales), o con determinados tipos de cáncer como el cáncer gástrico.

PROBLEMAS DE SALUD DERIVADOS DEL CONSUMO EXCESIVO DE SAL

Como ya se ha citado, la sal consumida en exceso es una de las principales causas de:

HIPERTENSIÓN ARTERIAL:

Los riñones no pueden eliminar el exceso de sal, por lo que se acumula en la sangre, atrayendo el agua e incrementando el volumen de sangre circulante. El corazón necesita trabajar más fuerte para circular esa sangre y se eleva la presión, produciendo hipertensión arterial.

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que a menudo requiere tratamiento médico de por vida, y es la principal responsable de trastornos más graves como ictus o accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca o infartos (la sal también afecta de manera directa al corazón, empeorando su funcionamiento y haciéndolo incapaz de bombear la sangre necesaria).

OSTEOPOROSIS:

El sodio, en forma de cloruro sódico (sal de mesa), eleva la excreción urinaria de calcio. La calciuria es causada, en parte, por un aumento del volumen, un incremento de la velocidad de filtración glomerular, y por la competencia entre los iones de sodio y de calcio en el túbulo renal.

Si la ingesta de calcio no es la adecuada, el consumo de sodio se convierte en un factor de riesgo para la osteoporosis, debido a que, si el calcio absorbido en la dieta no puede compensar la pérdida, el hueso se verá afectado y habrá mayor predisposición a fracturas óseas.

LITIASIS RENAL:

El sistema renal desempeña una función de filtrado y depuración de la sangre. Este filtrado se ve perjudicado por el consumo excesivo de sal, ya que reduce la capacidad de los riñones para eliminar el agua, favoreciendo la formación de cálculos renales y potenciando la hipertensión.

RETENCIÓN DE LÍQUIDOS:

Asimismo, y al hilo de lo anterior, se produce una acumulación y retención de líquido, bien alrededor del corazón o los pulmones empeorando su funcionamiento, o bien en tejidos, generando edemas o hinchazón de piernas y tobillos.

CÁNCER GÁSTRICO:

Algunos tipos de tumores, como el cáncer de estómago, pueden verse favorecidos por el consumo abusivo de sal, ya que puede ser un irritante que erosiona el recubrimiento del estómago, provocando infecciones o lesiones ulcerosas que predisponen a un tumor gástrico.

SOBREPESO Y OBESIDAD:

De manera indirecta, influye en el sobrepeso y obesidad. Muchos productos ultraprocesados utilizan como potenciares de sabor tanto la sal como aditivos como el glutamato monosódico (que también tiene sodio en su composición), lo que provoca mayor consumo de ese tipo de productos.

Este alto consumo de productos salados aumenta la sed, que en muchas ocasiones es calmada con bebidas azucaradas o energéticas. Todo ello provoca una predisposición a ese sobrepeso.

APARATO RESPIRATORIO:

Se ha visto que un exceso de sal empeora el asma. Un ingesta baja de sal hace que las vías respiratorias disminuyan su resistencia al paso del aire y mejore esta enfermedad y permita la reducción del uso de medicamentos para la misma.

Página actualizada el