LA SAL EN LA ETIQUETA
Un alto porcentaje del consumo de sal proviene de la sal añadida a alimentos procesados como platos preparados, embutidos, quesos, snacks, salsas, … denominada a menudo como “sal invisible” porque muchas veces no se es consciente de que la llevan.
El contenido en sal depende de las variedades del alimento y de las marcas, por lo que es importante entender el etiquetado nutricional.
Actualmente, todos los alimentos (salvo algunas excepciones) deben incluir la INFORMACIÓN NUTRICIONAL. Esta información se presenta en forma de tabla con una lista cerrada de elementos entre los que se encuentra la SAL.
En ella aparecen los gramos de sal totales que contiene el producto por cada 100 gramos de este.
Los alimentos contienen cantidades variables de sal. En general, se considera que el alimento contiene:
- “mucha sal”: si aporta 1,2 gramos o más de sal por cada 100 gramos de producto
- “poca sal”: si aporta 0,25 gramos de sal por cada 100 gramos de producto
DECLARACIONES NUTRICIONALES EN RELACIÓN CON LA SAL
En determinadas ocasiones, los productos alimenticios utilizan en su etiqueta o en su publicidad “declaraciones nutricionales” en relación con la sal.
Para que un producto pueda promocionarse con ese tipo de mensajes tiene que cumplir con los requisitos que establece la legislación al respecto, en este caso la legislación relativa a declaraciones nutricionales y de propiedades saludables.
En el caso de la sal, para que pueda incluir ese tipo de declaraciones en el etiquetado, debe cumplir con lo siguiente:
- CONTENIDO REDUCIDO DE SODIO/SAL: reducción del 25% en comparación con otro producto similar.
- BAJO CONTENIDO DE SODIO/SAL: no más de 0.12 g / 100 g o ml de producto.
- MUY BAJO CONTENIDO DE SODIO/SAL: no más de 0.04 g/100 gramos o ml de producto.
- SIN SODIO O SIN SAL: no más de 0.005 g/ 100 g o ml de producto.
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