La EFSA acaba de publicar un dictamen científico en el que se concluye que la sacarina es segura para el consumo humano y ha aumentado la ingesta diaria admisible (IDA) de 5 a 9 mg/kg de peso corporal al día.

¿Qué es la sacarina?

La sacarina se utiliza para endulzar alimentos y bebidas y alcanzó su popularidad como sustituto del azúcar en los años 60 y 70. Las sales de sacarina se disuelven mejor en el agua, por lo tanto, son más fáciles de añadir a los alimentos y bebidas y los hacen más dulces.

La sacarina y sus sales deben etiquetarse en los productos, lo que permite a los consumidores tomar decisiones con conocimiento de causa. Al igual que el resto de aditivos alimentarios, se reevalúan constantemente para revisar su seguridad.

Reevaluación de la sacarina y sus sales como aditivos alimentarios

Esta reevaluación forma parte de un trabajo a mayor escala para revisar la seguridad de todos los aditivos alimentarios autorizados para su uso en alimentos tal como exige la legislación de la UE.

El dictamen científico publicado se ocupa de la reevaluación de la sacarina y sus sales de sodio, potasio y calcio como aditivos alimentarios, que están autorizados como edulcorantes (E 954).

La IDA, que refleja la cantidad segura de una sustancia que puede consumirse diariamente a lo largo de la vida, abarca la sacarina y sus sales de sodio, calcio y potasio (E 954). La IDA anterior se estableció en 1995 sobre la base de la mayor incidencia de los tumores de vejiga observada en estudios con ratas. Sin embargo, en la actualidad existe consenso científico en torno al hecho de que estos tumores son específicos de las ratas macho y no son pertinentes para los seres humanos.

Los expertos de la EFSA han revisado todos los datos disponibles y han llegado a la conclusión de que la sacarina no causa daños en el ADN y es poco probable que su consumo esté asociado con el riesgo de cáncer en humanos, por lo que concluyó en este dictamen que los estudios recientemente disponibles no plantean un problema de genotoxicidad de la E 954, y se aumentó a una IDA de 9 mg/kg de peso corporal por día, para las sacarinas (E 954).

Esta IDA reemplaza la IDA de 5 mg/kg de peso corporal por día establecida por el Comité Científico de Alimentos. El Panel observó que las estimaciones de exposición para la exposición crónica a las sacarinas (E 954) estaban por debajo de la IDA, y recomendó a la Comisión Europea que considere la revisión de las especificaciones de la UE para la sacarina y sus sales de sodio, potasio y calcio (E 954).

Además, la exposición de los consumidores se encuentra por debajo de la IDA obtenida recientemente, lo que significa que no encierra ningún riesgo para la salud.