La EFSA realizó en el año 2021 realizaron revisiones sistemáticas de la literatura, identificando unos 120 estudios aptos que vincularon la ingesta de azúcares con un riesgo de enfermedades metabólicas crónicas, efectos relacionados con el embarazo y caries.

También estimaron la ingesta de azúcares de diferentes categorías de alimentos mediante el uso de datos de consumo estandarizados de estudios dietéticos en 25 países europeos, en los que se incluyó a 135.000 personas.

Si bien no fue posible cuantificar los riesgos, se confirmó, con diferentes grados de certidumbre, la siguiente relación entre la ingesta de azúcares y los problemas de salud:

La relación entre los azúcares y el riesgo de caries está bien establecida, y el consumo elevado de azúcares se asocia con diversas enfermedades crónicas no transmisibles como sobrepeso, obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e hígado graso.

Las enfermedades crónicas no trasmisibles han aumentado en las últimas décadas debido a una dieta de peor calidad, con un alto consumo de alimentos ultraprocesados ricos principalmente en AZÚCARES, grasas saturadas y sal.

Las principales fuentes de azúcares alimentarios son las bebidas azucaradas, seguido de yogures leches fermentadas y postres lácteos, productos de pastelería, bollería y galletas, zumos y néctares de frutas, chocolates y productos a base de chocolate.

Página actualizada el