Una ingesta elevada de azúcares libres es preocupante por su asociación con la mala calidad de la dieta, la obesidad y el riesgo de contraer enfermedades no transmisibles, las cuales constituyen la principal causa de mortalidad a nivel mundial.

OMS

Esa preocupación llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2015 a publicar una directriz cuyo objeto era formular recomendaciones sobre la ingesta de azúcares libres, y que dichas recomendaciones se pudieran utilizar para elaborar medidas de salud pública con el fin de reducir la ingesta de dichos azúcares.

Las recomendaciones para reducir la ingesta de azúcares libres se basaron en el análisis de los últimos datos científicos existentes. Estos datos mostraban, por un lado, que los adultos que consumían menos azúcares tenían menos peso corporal, y por otro, que el aumento de la cantidad de azúcares en la dieta iba asociado a un aumento comparable del peso. Además, se evidenció que los niños con niveles más altos de bebidas azucaradas tenían más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad.

Por otro lado, los datos evidenciaban que un consumo de azúcares libres superior al 10% de la ingesta calórica total producía tasas más elevadas de caries dental.

En base a los datos, la OMS recomendó que la ingesta de azúcares libres debería ser muy reducida a lo largo de toda la vida. Tanto en adultos como en niños, lo tolerable sería reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total, unos 50 g/día. Sin embargo, lo aconsejable sería que la reducción fuera a menos del 5% de la ingesta calórica total, unos 25 g/día (el equivalente a 6 terrones de azúcar).

EFSA

En el año 2021, la EFSA recibió una solicitud para establecer un nivel máximo de ingesta tolerable basado en la ciencia para los azúcares alimentarios de cualquier origen.

¿QUÉ ES EL NIVEL MÁXIMO DE INGESTA TOLERABLE?

Es un valor nutricional de referencia. Establece el nivel máximo de ingesta diaria a largo plazo de un nutriente, como por ejemplo azúcares, de cualquier origen que se considera improbable que suponga un riesgo de efectos adversos en la salud de los seres humanos.

El nivel máximo de ingesta tolerable no es lo mismo que el nivel de ingesta recomendable, más bien lo contrario: es un “umbral” obtenido de forma científica por encima del cual la ingesta ha demostrado estar asociada con efectos adversos en la salud, incluidas enfermedades.

Si no hay datos suficientes para establecerlo, se puede establecer un nivel seguro de ingesta, hasta el cual no se observen efectos adversos en la salud.

Los expertos científicos de la EFSA realizaron una exhaustiva revisión de toda la literatura existente alrededor al azúcar. A pesar de la enorme cantidad de publicaciones científicas, los datos disponibles no permitieron establecer un nivel máximo de ingesta tolerable o un nivel seguro de ingesta para los azúcares alimentarios.

Si bien no fue posible cuantificar los riesgos, los científicos confirmaron con diferentes grados de incertidumbre la relación entre la ingesta de azúcares y los problemas de salud, por lo que la ingesta de azúcares totales debe ser lo más baja posible en el contexto de una dieta nutricionalmente adecuada. Se recomienda limitar el consumo de azúcares añadidos y libres de diferentes categorías de alimentos.

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