La Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a plantear límites máximos el sodio en diferentes categorías de alimentos en 2020, basándose en la experiencia de diferentes países en el establecimiento de objetivos para reducir el consumo de sal de la población.

El objetivo principal es reducir el número de enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas con la dieta y la nutrición y alcanzar la meta de una reducción relativa del 30% en la ingesta media de sal de la población. Se estima que 8 millones de muertes en todo el mundo están asociadas con una mala alimentación, y de ellas, 2 millones son atribuibles a la ingesta elevada de sal (sodio). El consumo excesivo de sodio en la dieta aumenta la presión arterial y, en consecuencia, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares (principal causa de muerte por ENT en todo el mundo), de la enfermedad renal crónica, la obesidad, el cáncer gástrico y las enfermedades hepáticas. La OMS recomienda que las personas consuman menos de 5 g de sal por día, aunque la ingesta media es del doble (9,8 g/día).

En la mayoría de los países, una alta proporción del sodio en la dieta proviene de alimentos ultraprocesados como snacks, pan, derivados cárnicos procesados y productos lácteos. Una forma eficaz de reducir la ingesta de sodio en la población es reducir el contenido de sodio en este tipo de alimentos que se consumen con frecuencia. Sin embargo, el progreso global hacia esta meta es insuficiente y los países actualmente no parece que vayan a alcanzarla. Es evidente que se necesitan medidas firmes y multisectoriales.

Entre las estrategias seguidas hasta ahora para reducir el consumo de sal, están:

– Reformulación de alimentos para reducir las concentraciones de sal (sodio)

– Indicación del contenido de sal en la etiqueta de los alimentos

Sin embargo, la OMS indica que el consumo de sal sigue siendo alto, y que sería importante acordar puntos de referencia (límites máximos) para las diferentes categorías de productos y garantizar que los productos tengan el mismo contenido de sodio en todos los países. Estos puntos de referencia mundiales de sodio, establecidos en forma de límites máximos, sirven como guía para los países a la hora de establecer políticas y estrategias nacionales, y para el diálogo continuo entre la OMS y la industria alimentaria a nivel mundial.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el documento Puntos de referencia mundiales de sodio de la OMS para diferentes categorías de alimentos, una edición actualizada de la publicada en mayo de 2021. Se establecen puntos de referencia globales para los niveles de sodio en 70 subcategorías de alimentos como parte de los esfuerzos de la OMS para reducir la ingesta de sal en las poblaciones.

El establecimiento de puntos de referencia (límites máximos) mundiales de sodio es un paso muy importante para facilitar la reformulación de los productos alimenticios, lo que contribuye a impulsar el progreso en la reducción del sodio. Estos puntos de referencia globales pretenden ser complementarios a los esfuerzos que los países y la industria alimentaria están ya realizando.